8/03/2005

A ver tú, pepito...


Nunca me puse a pensar, quiénes o si acaso alguno de mis estudiantitos se vería atrapado en las redes de la docencia. No creo que ninguna de lso míos se haya imaginado. Sobre todo, no lo imaginaron de mí.

En primero fue Bertha. Bertha Alicia; nombre que siempre se me antoja para una niña de largas trenzas amarillas y no una matriarca grande con cabello blanco y lacio hasta la barbilla. Tenía maneras suaves y nos trataba como a sus nietos. Hasta el sol de hoy no me la puedo imaginar en las multiples juntas con mis padres en las que se quejaba de que yo jamás le ponía atención. Me paso casi desapercibida, pero se leer, así que no pudo haber sido tan mala.

Basilisa se llamaba la de segundo. Tenia unos enormes lentes redondos que magnificaban sus ojos y hacían evidentes las líneas verdes que se le formaban en la sombra de párpados. Debo haberla querido, porque cerca de 5 años despues me la encontré en una piñata y corrí a saludarla. Para mi desilusión, negó que se llamaba Basilisa, pero recuerdo estar tan segura de su rostro que hasta hoy día me pregunto si la pobrecita sufría de Alzheimer o simplemente se avergonzaba de su nombre.

En tercero fui víctima de la temida Gran Mudanza. Saraí venía en camino y ya no cabríamos en el chorizo largo que teníamos por casa. Fue a medio año y por eso tuve dos. Gracias a Dios mi vida no depende de una memoria exacta, porque nomás no puedo acordarme del primero. El de mi nueva escuela se llama Oscar. Un señor joven y cachetón que tenía una hija de mi edad en el mismo salón en que enseñaba (!pobrecita! !¿que peor pesadilla que esa!?). Era el típico maestro que pretende ser chistoso y la pura cara se lo impide. Yo le tenia pavor, más por solidaridad con su hija Brenda, que por experiencia propia. Sin embargo, el vato me puso un examen de Ciencias Naturales mi primer día de clases en la nueva escuela; razon suficiente para que no merezca mi misericordia.

Arnulfo Barragán me hizo preferir y respetar grandemente a los docentes del sexo masculino, aunque no recuerdo ningún otro que le haya llegado a la altura. Tenía aspecto de montañez bien leido, con la barba y bigote largo y unos lentecitos de intelectual. Andaba siempre bien fajado y usaba botas vaqueras. Él era chistoso y cálido sin siquiera proponerselo. Jamas lo vi demostrar preferencia por ninguno de sus alumnos, sin embargo yo sigo convencida de que me adoraba. Por mi parte lo recuerdo como el unico profesor al que le tuve ese amor infantil del que se acuerda una toda la vida.

Lorenza Sosa, nombre descomunal para una mujer rubia y pequeñita, me dio las lecciones de cuarto año. Es curioso como aquellos que no te hacen sufrir, se te escapan de la memoria más rapido. De ella sólo recuerdo su voz de madre joven y el hecho de que disfrute mi año con ella y deseaba que me tocara estar en su grupo al siguiente año.

La maestra Mague fue la elegida para sexto año. Tiempo difícil en que se empieza uno a dar cuenta de que los maestros no estan sino aprendiendo todo a la misma vez que uno. En sexto año ya se da uno cuenta de que la maestra tuvo una mala mañana y no se toma uno tan a pecho los regaños (o en pocas palabras, ya le vale a uno mother). Sin embargo, a la fecha se me calienta la panza cuando recuerdo una ocasión en que la Maestra Mague me gritó que era una farsante porque me puse a cuidar que mis compañeros no mataran una mariposa herida. Cosa curiosa.. es lo único que recuerdo de ella.

Mis años de kinder no son más que una maraña de incidentes azarosos que probablemente son falsos. Recuerdo el camión de mi primer año en escuela particular: recuerdo a Don Ramon, el conductor de la piel curtida por el sol y la eterna sonrisa. Recuerdo quedarme dormida en "La Tiendita" sobre una pila de chamarras y sueteres olvidados, en el sopor de tanto dulce que me dejaban comerme. Yo siempre pense que era gratis, pero aparentemente, después le pasaban la cuenta a mi papá cada semana.

Me acuerdo de Julia, mi maestra de tercero de kinder, a quien yo recuerdo como una beldad morena, uno de mis primeros íconos de la belleza. De ahí en más... el resto se me ha ido esfumando. Queria escribirlo antes de que se me vaya por completo.

3 Comments:

Blogger Alberto Espejel Sánchez dijo...

primero ebria, luego cruda, ahora nostálgica... cualquiera ceería que más bien eres escritora...

04 agosto, 2005  
Blogger Alberto Espejel Sánchez dijo...

cuando te metas a mis blogs, ¿podrías participar en la encuesta (una diferente en cada blog) que aparece abajito del perfil? se identifica fácilmente

y qué pues? cada cuánto te conectas a msn?

07 agosto, 2005  
Blogger cris dijo...

Hola, post nost'algico por lo que veo....
Pasaba a saluddar y darte las gracias por el coment que dejaste en mi blog.Eres un encanto!
Volvere por aqui.Cuidate.

08 agosto, 2005  

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