Desastre culinario

En otro arranque de nostalgia y antojos muy, pero muy pre-embarazo, medieron unas ganas irresistible de zamparme medio kilo de chabacanos enchilados.

Como prologo para todos aquellos hispanos no mexicanos, les recuerdo que en Mexico nos entrenamos en las finas torturas del picante desde bebes. Todavia andamos en pañales, pero traemos tamaño "manguito con chile" incrustado en la boca. Aparte, en la mano izquierda, sostenemos una saludable bolsita con Salsa Chamoy, para remojar el manguito y nos salga mas sabroso el "SSSSSSSSS" que no podemos evitar mientras sudamos y se nos torna la cara color chamoy. Pero no tiramos el manguito hasta que de perdida se le acaba la capa de chile que lo cubre. Luego nos bebemos el resto del chamoy como si fuera ambrosia.

En mi caso, soy una declarada adicta a las frutas deshidratadas con chile y chamoy. Lo llevo en la sangre. Me podria enguyir 1 kilos de esas madres en una sentada, si no estuvieran tan caros. La unica vez que pude someter a Patrick y meterle un pedazo de chabacano enchilado en la boca a la fuerza, la criatura casi se me muere. Crei que ahi habia acabado mi matrimonio. Desde entonces sostiene que mi inexplicable gusto por tal asquerosidad es mi mas grande defecto. Pero quien lo va a escuchar a el? El gringo se escama hasta de las paletas heladas de pepino con chile.

Hoy me acorde la botella de chamoy que traje cargando con ternura de madre desde Chihuahua y del paquete de chabacanos "virgenes" que compre en CUB Foods (asi se llama mi Futurama, o Aurrera). Vacie toda la bolsa de las frutas en un tazon y le exprimi la botella de chamoy Sabritas encima, coronandolo con un toque de jugo de limon y un pizca de chile en polvo. Cerre el tazon y agite vigorosamente.

Me vine corriendo a la compu a escribir los placeres que mi golosina traeria a mi lengua. Abro el tazon y los trozos de chabacano flotan jugetones en el chamoy, que me seduce con su invitante aroma a vinagre y su color carmin. Me ataco uno entero, el mas grandote.

Apenas puedo ver el teclado con el llanto que me agobia. No saben igual! Me salio la misma merma que con las enchiladas desabridas o las tortillas de harina quebradizas que compro en CUB foods.

Por puro orgullo, me voy a zampar todo el tazon de chabacanos, aunque sepa a fruta vieja que se cayo en una zanja de lodo... con una pizca de chile en polvo.



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