Como amar. Leccion 1.

Love Kit

Hace un par de años, cuando todavia no me escaceaban las palabras rebuscadas y me faltaba tiempo hasta para vivir, hubiera escrito un poema. Que raro que a mi la "adultez" me pega cada dia mas fuerte con la simplicidad de lo que pienso...me gustaba mas cuando todo era complejo y tenia alguna explicacion magica que se me escapaba. Pero como puede una escondersele al tiempo?

Extraño a mi madre. Extrañar a alguien ya no es un misterioro hoyo negro en la panza que no puedes explicar. Como se disfrutaba antes! Hoy, extrañarla solo significa que cada cosa que veo, hago, cocino, compro, seria magnifico para ella; cada pregunta que tengo, ella la puede responder. Pero el correo en Mexico apesta y el telefono simplemente no es lo mismo ( y que caro!).

Ayer me vino un chispazo de lucidez, que cuando me di cuenta de mi tiempo en la oscuridad, me di de cocos por mensa. (Prueba tengo en la frente con un gran chichon azul... pero esa es otra historia). Patrick y Lydia salieron a sus andanzas diarias, y a mi me entro una energia malefica que me obligo sin tregua a limpiar y reacomodar muebles en las recamaras. La de Lydia quedo especialmente bonita, tratando de no cambiarle mucho las cosas, porque la niña ya lleva suficientes cambios en su espalda. Al llegar, ella hizo un esfruerzo sobrehumano para no llorar cuando vio su cuarto, y despues, a la primera provocacion, dejo su frustracion salir como un rio desbocado. No lo tome personal... a mi tambien me gusta Minnesota, pero eso no significa que lo hubiera cambiado por mi Tierra Seca sin algun motivo mayor. Lentamente nos iremos acostumbrando, yo a los dias de -10 grados en otoño; ella, a la nueva ubicacion de su cama.

Este incidente me hizo recordar las multiples veces que mi madre subia a mi cuarto y pasaba horas limpiando y reacomodando los muebles ahi. Cada vez que yo subia al llegar a casa, sonreia y se me hinchaba el corazon de agradecimiento a mi mama, que no tenia ninguna obligacion de meterse en mi trochil a tratar de hacerlo parecer una recamara. Sin embargo, no recuerdo haberle dado las gracias muchas veces; no recuerdo decirle en mas de una ocasion cuanto me gustaba lo que habia hecho. (Me apachurro el chichon en la frente en penitencia).

Mama, ayer me di cuenta de que hay una forma especifica en que me enseñaste a amar: arrastrando muebles por toda la casa. Tal vez algun dia Lydia lo entendera tambien y volvera loco a su esposo cuando el llegue a casa y no pueda reconocer su propia sala.

Alabu :)