Sueños

Ayer fue un día pacífico y doméstico. Sin embargo me la pasé soñando toda la noche como si trajera miles de marañas en el subconsciente que mi cerebro se apresuró en limpiar.

Anoche soñe que mi papá se casaba con una señora vieja y bastante fea, para dolor de mi bien parecida madre. Después soñe que un amigo cercano era un chacal sexual y me acosaba a mí y a otras; y cuando lo acusamos, nadie nos creyó.

Soñe también que de camino a mi casa (inmediatamente después del incidente del acosador sexual) , un niño y una niña vestidos en amarillo y negro me molestaban gritandome cosas que no tienen sentido, y sin embargo me calaban hasta el alma. A tal grado llegaba mi desesperación, que empecé a tratar de alejarlos dando manotazos. En la mano derecha llevaba un platillo de batería, y en uno de esos movimientos le cortaba la garganta a la niña con el filo del platillo y comenzaba a ahogarse. Un adulto pasaba por ahí y yo corrí asustada, sabiendo conscientemente que lo mejor sería quedarme y que correr me hacía parecer aún más culpable.

Pase una hora entre asustada y despierta, y creo que ahí se me fue todo el descanso del que debiera haber disfrutado.

Bueno, pues ya lo purgué. Sabrá Walter Mercado que significa todo eso. Más vale que esta noche sueñe con muuuusho shocolate y un harem masculino de todos colores, digo, para balancear el universo.