Agua

Qué mala suerte tenemos mi tapete y yo. Ayer me instalé mero adelante en la clase, sabiendo que todo mundo se arremolina atrás. Nada. Me toca Miss Yo Sé Rete Harta Yoga enseguidita, adelantándose y haciendo movimientos diferentes al resto de la clase; gimiendo y respirando tan fuerte, que una señora -probablemente miembro activo de la Pía Sociedad de las Sociedades Pías- se marchó muy trastornada a media clase. En fin... es el diablo que no quiere que me ejercite.

Anoche nos cayo un aguacero de aquellos, en menos de dos horas estaba todo inundado, y siguió lloviendo toda la noche. Qué cosas... en Chihuahua nos caen dos centímetros al año y aquí en dos horas se nos viene encima todo el contenido de las presas en mi pueblo natal. Somos suertudos pero no inmunes. Se nos inundó el sótano mientras veíamos Gilmore Girls. No sé si me puede más que me perdí el espisodio o que vamos a tener que arrancar la alfombra de la recámara de huéspedes. De todos modos no fue nada; hay raza que terminaron con 70 cms. de agua. Una pareja de amigos encontraron el agua hasta las rodillas en las recámaras de sus dos niñas y las paredes hechas garras. A mi sólo me quedó una secuela de cobijas que lavar (las usé como toallas) y un cuarto apestoso... donde van a dormir todos los que vengan a visitarme . JA!