Corteo

Érase una vez una carpa amarilla y azul que se enroscaba como nieve de chorro. La gente hipnotizada se agolpaba por sus puertas, bajo la promesa de encontrar cosas fantásticas adentro (más les vale, con lo que cobran). Un payaso italiano muerto, un montón de ángeles andróginos, un gigante argentino...

...ninfas esbeltas columpiándose de tres gigántescos candelabros...

... ocho pseudo-niños en pijamas, creación de la memoria de un payaso, haciendo piruetas y brincando en un par de colchones reales de más de 4 metros de largo...

...cuatro anillos que giraban y giraban en un espacio de muy pocos metros ...

...una diminuta señora con voz de bebé flotando con ayuda de un bonche de globos con helio. Valentina volaba como si hubiera nacido del aire, sobre las cabezas de los boquiabiertos espectadores que con sus manos le ayudaban a retomar impulso, para después caminar sobre los brazos del payaso italiano. Esta fue mi parte favorita, aunque todo fue como un sueño...

Entrar a este sueño fue mi regalo de primer aniversario, aunque el Gringo salió más anonadado de lo que jamás lo he visto. (Aquí estamos en al tienda, donde me quedé con ganas de una blusa Soleilesca... era la blusa o un mes sin comer).

¡He ido al Cirque du Soleil! (Una de mi lista de diez)

¿Qué fue de...?

¿Qué fue de (escribe nombre de ex-celebridad aquí)?
Aquellos que fluctúan entre los 25 y 35 años masomenos, se preguntarán tal vez qúe fue de las caricaturas que veíamos en nuestros años mozos; por ejemplo: la Abeja Maya. Y como de todo se encuentra en el interné, me la topé el otro día.

La fama no perdona a nadie, ni el tiempo.

Escuché por ahí que Remy se suicidó a muy temprana edad, debido a la depresión crónica. José Miel brincó un de centro de rehabilitación a otro hasta que se perdió de vsita. Nunca se repuso de que lo confundieran con la Ranita de Metán, quien se quedó sola después de gastarse toda la lana en pachangas y placeres carnales. Nadie sabe si aún viven (¿cual es la expectancia de vida para las ranas?)

Extranjeros

Aún después de cinco, diez o veinte años, el extranjero no es más que un extraño -siempre sospechoso- al que todos ven como de si sólo estuviera de paso.

25 años

El Gringo se fue a cazar a Bambi el viernes. Eso de extrañar gente se queda corto; así como cuando los "I love you´s" se le hacen muy superficiales a una comparado con lo que se trae dentro.

¿Me pregunto como diantres me las arreglé mis primeros 25 años de vida sin él? ¿cómo soporté una cama vacía por tanto tiempo?

Válgame. Doña Independiente ha muerto.

Té

¿Quién sabe qué comen los vietnamitas? Sopa. pescado, sopa, más sopa y arroz. El domingo conocí a una chica en la iglesia. Viene de intercambio de Vietnam, e inmediatamente se nota la diferencia en su carácter de los gringos desabridos de por aquí. Se apuntó de boleto a venir a cocinarnos suculencias de su nativa Vietnam el lunes siguiente. (Con los Güeros, invitar a alguien a tu casa conlleva un largo proceso burocrático).

La lleve a una tienda de abarrotes orientales y mientras ella escogía las patas de cerdo más frescas y los pepinos más arrugados (no eran pepinos,pero yo como voy a saber) me puse a vagar por los pasillos y ver la bola de cosas raras que venden. Este día me sentí como se sienten los Gringos cuando van a Futurama así que me reservé mis "ooooh's" y "ahhhh's" y "¿qué /&%$#" es esto?'s".

De repente que veo unas cajitas verdes familiares.
Mi madre tiene una fe ciega en todo producto que prometa milagros. Especialmente los naturistas que queman la grasa; fiel a la obsesión tan marcada en Chiwas de que si no estas flaca, no puedes tú, ni los que te rodean, jamás ser feliz. Me encontré un tecito que mi mamá adoraba y lo merqué. No están ustedes para saberlo, ni yo para contarlo, pero siemrpe he sido un poco estreñida. Este tecito se encarga de eso.

Tengo dos días viviendo en el baño.
No fue culpa de Esther. La comida estuvo extraña, pero muy rica (entre otras cosas, hizo una sopa, que a las dos cucharadas, Patrick y yo teníamos una urgencia grandísima de echarnos a dormir).

¡Y ya me voy otra vez, que la tripa no perdona más de 15 minutos...!

Claudia

Claudia era oscura y lánguida. Con un cabello negro lustroso y lacio.

Siempre he sido chaparra, pero la cosa era ridícula antes de entrar a la secundaria (me estiré como 20 cms. el verano entre 6to y 1ro de secundaria, dando el mínimo). Apenas estirándome un poco más alla del 1.20 cms., el lugar al frente de la fila -ordenada por estaturas- en la escuela estaba asegurado para mí, y si acaso de vez en cuando, para otra chaparrita de ojos verdes llamada Gisela.

Uno de esos fines de semana suertudos, crecí un par de centímetros y me moví en la línea de poder hasta el lugar número 6, justo detrás de Claudia. Como ya dije, ella tenía un cabello grueso y brilloso y me dispuse a jugar con el, ya saben, hacer trencitas y enrrollarlo en mis dedos. Cuando separé su cabello con mis dedos, salieron disparados en todas direcciones, tratando de esconderse de la repentina luz, un puñado de animalitos negros. Salté un metro hacia atrás haciendo una carambola de la fila.

No la miré con asco, sino con alarma. Creí que ella misma no sabía que tenía un nido de bichitos en su bonito cabellos, pero el resto de los niños no se hicieron esperar con sus comentarios hirientes. Claudia, aun bajo su piel color miel de maple, se puso de un un rojo intenso y guardó silencio el resto del día. Faltó algunos días después, y no puedo imaginar lo que fue para ella tener que volver y terminar el año.

Ayer, de esas veces que le vienen a una memorias pequeñas escondidas en el psiquis, me pregunté si Claudia me recordará con rencor. Me pregunto si fui la causante de su mayor trauma en la escuela o si ya ni siquiera se acuerda. Espero que sea lo último.

Jamás he visto a Claudia después de 6to año, pero es de esas veces que una se pone a pensar cosas extrañas...

En estos días

Montones que contar. He descuidado mi vida cibernética porque pensé justo poner casi toda mi atención en algunos amigos que tenía olvidados.Me he puesto al corriente con Harry Potter y ahora espero con ansias el séptimo y último libro, igual que la cuarta película el mes que viene. Para deleite de la Shelle, que estoy segura quisiera unírsenos, tengo a Patrick en curso intensivo de J.K. Rowlins (en video, ese vato no lee ni la pasta de dientes cuando va al baño, como la gente normal) para que no esté tan perdido cuando lo lleve a ver la muvi. También he hecho nuevas migas con Jane Austin. Ya nos conocíamos, pero fue en una parte de nuestras vidas en que no cascábamos muy bien (perdóneme, Profesora Cristóforo). Ahora me tiene en pleno deleite con Mr. Darcy y Elizabeth Bennet, cuya historia también tendrá una nueva versión en pantalla grande el mes que viene. ¡Cuántos compromisos!

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Ayer, como se está haciendo costumbre en vista de los peligros de ir a pedir dulce a extraños, fuimos a un "Festival de Otoño" - disfraces y todo- y mi familita tuvo gran éxito como chicos Disco. He estado intentando poner las fotos de nuestros grandes afros y glamoros vestuarios, pero el Blogger anda de mal humor.. a ver si más tarde. Vale la pena la espera, créanme. Por lo pronto déjenme decirles que una vez que descubrí la sección de ropas antiguas en la tienda de segunda, no había quien me pudiera sacar. Vestidos desde los cuarentas en perfectas condiciones.... *suspiro* si tuviera yo la gracia y elegancia de Marga López en sus mejores épocas... por lo protno encontré unos zapatos de los 20´s nuevecitos, cafés, de gamuza, perfectos y completamente femeninos, con un toque de femme fatale. 3 dólares.

Ah! Ya pude poner fotos, ahí les van. Píquenle para que se hagan mas grandes. Si yo debí haber nacido negra, no sé que pasó...nomás chequen.










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No quiero envanecer el acontecimiento de mi primer aniversario como la mujer mas orgullosa y suertuda del mundo , al mezclarlo con afros y Harry Potter. Así que eso será en el siguiente post.